Sociedad

Implementar el voto electrónico requiere ley, tiempo y recursos

Expertos en temas electorales estiman que ese tipo de votación se podrá poner en vigencia en las elecciones generales previstas para dentro de cinco años.

Para poner en vigencia el voto electrónico en las próximas elecciones del 6 de septiembre se requerirían varios factores, como la modificación de la Ley 026 de Régimen Electoral, tiempo y presupuesto para su implementación, además del “elemento confianza” que debe tener el Tribunal Supremo Electoral (TSE), según expertos electorales.

La pasada semana, residentes bolivianos en el exterior enviaron una carta abierta a los vocales del TSE, en la que piden que se garantice su derecho constitucional al voto en medio de la pandemia del coronavirus.

Los connacionales plantearon dos opciones para que más de 431 mil habilitados para votar en 33 países del mundo puedan ejercer ese derecho: Una de ellas es el voto “por correo”, y la otra es el voto electrónico.

Gonzalo Lema, exvocal de la otrora Corte Nacional Electoral, en contacto con Página Siete, afirmó que “no es posible” implementar para estas elecciones el voto electrónico, debido a varios factores que impiden por ahora echar a andar un sistema digital.

El principal problema que detecta Lema es la desconfianza de la población hacia el Órgano Electoral, originada en el fraude electoral de las elecciones del 20 de octubre en 2019.

“Entonces, el control sobre el voto electrónico generaría una desconfianza enorme. Si ese voto tendría que llegar del extranjero la desconfianza sería muchísimo más grande aún”, explicó Lema, quien identificó este factor como “esencial” para que un proceso electoral sea transparente.

“El Tribunal Electoral debe ganar, recuperar la confianza perdida por sucesivas tandas de vocales que no colaboraron en priorizar la confianza que debe tener la ciudadanía en el Órgano Electoral. Esta actual gestión tiene esa posibilidad de ganar esa confianza”, agregó Lema.

Para el experto en temas electorales Paul Coca, el planteamiento de un voto electrónico no pasa de ser una idea, la cual considera que no sería posible ejecutar en las próximas elecciones por factores legales y económicos.

“Un voto electrónico implicaría, primero, una modificación legislativa; segundo, el tema del presupuesto para adquirir equipos, capacitar personas. Un tercer aspecto a tomar en cuenta es una fuerte campaña de socialización, pero sobre todo y el más importante el tema del tiempo y no va a ser posible para estas elecciones y ni siquiera para las subnacionales”, afirmó Coca.

La ley y los procesos

Los procesos electorales en Bolivia están regidos bajo la Ley 026 de Régimen Electoral, en la que se especifica todo el procedimiento que se debe cumplir en un proceso eleccionario presencial, con actividades como el sorteo de jurados electorales, la habilitación de recintos electorales y la disposición de material electoral.

Además, están la instalación y la apertura de mesas de sufragio, seguidas del procedimiento de votación.

En el caso específico de los bolivianos en el exterior, la Ley 026 en su capítulo IV establece el procedimiento que se debe cumplir en un proceso eleccionario, y los pasos son similares al ejercicio local.

En ninguno de los artículos de la norma se hace referencia al voto electrónico, digital o “por correo”. Y, por ejemplo, si se implementa el voto electrónico, ya no sería necesaria la presencia de jurados electorales o delegados de los partidos u organizaciones políticas.

Tanto Coca como Lema coinciden en señalar que en Bolivia se puede instituir el sistema de voto electrónico para las elecciones generales que se realizarán dentro de cinco años. Hasta que lleguen esos comicios se podrá modificar la Ley de Régimen Electoral, aseguró Coca. En ese periodo también el Órgano Electoral podrá recobrar la confianza de los electores.

En mayo pasado, antes de la modificación de la fecha de elecciones, el presidente del ente electoral Salvador Romero descartó que la entidad implemente el voto digital, porque es un mecanismo muy complejo y no está considerado en la legislación boliviana.

“Ni la jornada electoral dividida en varios días (como ocurrió en Corea del Sur) ni la votación por vía electrónica o a distancia son opciones que estén contempladas por la legislación boliviana”, afirmó la autoridad.

Para las elecciones fallidas del 20 de octubre de 2019, el padrón electoral del TSE habilitó a 7.315.364 electores. De esa cantidad 341.001 connacionales están inscritos en los 33 países donde Bolivia tiene representación diplomática.

Pero cuatro son los países que concentran el 90% de los electores bolivianos en el exterior: Argentina con 161.057 habilitados, España con 72.602, Brasil con 45.793 y Chile con 30.943 bolivianos inscritos.

Sin embargo, con el masivo retorno de bolivianos, especialmente de países como Chile, Argentina y Brasil desde que se desató la pandemia del coronavirus, se prevé que la cantidad de habilitados para sufragar en el exterior se reduzca para las elecciones del 6 de septiembre.

//Página Siete

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