Sociedad

Por la pandemia, los albergues de Tarija se han convertido en hogares

El municipio tiene tres albergues para las personas sin hogar, antes esos recintos municipales sólo abrían por las noches, durante el invierno, “pero ahora prácticamente la gente está viviendo ahí”, indicó Susana Pantoja

 

Unas 50 personas se encuentran albergadas en los sitios de ayuda municipales, por lo general se trata de familias que quedaron varadas en su tránsito hacia otro departamento, mujeres con hijos en situación de calle e indigentes. Los bebedores consuetudinarios prefieren quedarse fuera.

Por lo general son reticentes a hablar, les cuesta contar su historia porque uno invade su intimidad. José Carlos, de unos 58 años, se anima y apunta que lo sacaron de casa, perdió el empleo antes de la pandemia, se dedicó a tomar, las cosas no iban bien, tiene tres hijos y las obligaciones lo abrumaban.

Ahora suele pasar el tiempo con sus “amigos” consiguiendo lo suficiente para comprar alcohol, para a la vera del río Guadalquivir o en los espacios abiertos cercanos a este lugar, en los parques y, en ocasiones, visita los mercados para mendigar algo de comida o verduras que luego comparte con sus compañeros.

Wilma Arnez y sus dos niños se encuentra alojada en el albergue Pedro Antonio Lara, dedicado a mujeres con niños, allí se encuentra ya más de dos meses se quedó en Cercado cuando retornaba a su comunidad, imposibilitada de continuar y sin trabajo se vio en la calle, pero tuvo la fortuna de llegar al albergue, tiene un techo y recibe alimentación. El alojamiento ubicado en el puente Bicentenario recibe solo a varones.

Pandemia

La directora de Seguridad Ciudadana del Gobierno Municipal, Susana Pantoja, contó que desde que comenzó la pandemia del coronavirus se abrieron dos albergues porque mucha gente, que estaba en tránsito, se quedó en Cercado y otras familias fueron desalojadas y había que ayudarlos.

“Estos hospedajes están funcionando desde enero y con el tema de la pandemia hemos recibido a mucha gente que en principio se ha quedado en tránsito y que no podían volver a sus ciudades de origen, estas personas han sido acogidas y otras también que vivían en situación de calle”, indicó.

Los recintos sólo se abrían cuando empezaba el invierno, pero ante la emergencia se los habilitaron, solo eran para alojarlos en la noche, “pero ahora prácticamente la gente está viviendo ahí”, con la colaboración y solidaridad de funcionarios ediles, del Banco Solidario que aportan lo suficiente para su alimentación.

Las más son mujeres con niños que tuvieron problemas con sus parejas, otro grupo es de ancianos abandonados, Pantoja contó que los bebedores consuetudinarios no quieren ir a los albergues, pero ellos tienen sus grupos, viven al margen del rio, tienen su propia forma de protegerse, pero se los anima a que asistan al refugio.

“Seamos solidarios en este tiempo con las personas que no tienen donde vivir, a los dueños de casa ser solidarios con los inquilinos, no desalojarlos especialmente si tienen niños, especialmente en estos tiempos en que la situación económica es difícil, todos tenemos que ser solidarios en esta situación que nos toca vivir”, subrayó.

Hay tres albergues habilitados en Cercado

En esta gestión los albergues se encuentran a cargo de la Dirección de Seguridad Ciudadana cuya responsable es Susana Pantoja, la finalidad en principio es proteger a los sectores vulnerables de la población que durante la época fría deben transcurrir en las calles.

Uno de los albergues se halla en el parque La Costanera, a pocos pasos del puente Bicentenario, el segundo en el barrio Pedro Antonio Flores en la calle Caiza, esquina Acheral, y un tercero en la plaza IV Centenario, dentro del barrio 12 de Octubre, en el que se tiene una capacidad de más de 50 personas, que puede incrementarse de acuerdo a la demanda.

El apoyo abarca una variedad de circunstancias que pueden atravesar los sectores beneficiarios, pueden contar con un baño, cobijo, alimentación y una ducha caliente. En el caso del Albergue del Bicentenario, que cuenta con 12 camas, está destinado a varones en situación de tránsito.

El de Pedro Antonio Flores, que tiene una capacidad de 20 camas, solamente está habilitado para mujeres y niños, mientras que el albergue 12 de Octubre está disponible para bebedores consuetudinarios, y cuenta con una capacidad de 20 camas.

Fuente: El Pais.

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