Farándula

Grabar un disco: de las grandes disqueras a los ‘home studios’

Hasta hace poco más de 15 años, la única forma de obtener producciones musicales en el país era a través de empresas discográficas. La irrupción de la tecnología digital, las redes sociales y la piratería terminaron por sepultar a las disqueras y dieron paso a los ‘home studios’.

De al menos una decena de empresas discográficas, creadas desde los años 50 hasta los 90, entre las más conocidas, Lauro, Heriba, Lyra o Santa Fe Récords, solo por nombrar algunas, hoy quedan Discolandia y Discos Cóndor, que tuvieron que adecuarse a los nuevos retos tecnológicos y reinventarse para “sobrevivir”.

La venta de discos originales se vio aplacada por la piratería y en ningún momento hubo una política gubernamental para frenar esta práctica. La digitalización musical, pasando a plataformas y aplicaciones como YouTube, Deezer, Spotify y Itunes, dio la estocada final para terminar con la demanda de material discográfico.

Disqueras

Todo aquello llevó a cerrar las grandes empresas, que otrora hasta elegían a las agrupaciones musicales para ser parte de su firma y éstas debían esperar desde uno hasta tres meses para que les den una oportunidad.

Así aparecieron los home studios (estudios en casa), implementados por una gran mayoría de músicos y de ingenieros en sonido. Esto no solo acortó el tiempo de grabación, también permitió enviar el material grabado por separado por cada músico y abarató costos.

“Hoy en día, varias agrupaciones tienen sus estudios independientes y a comparación de antes, cuando grababan todo un disco con ocho o 10 temas; hoy solo graban uno, dos hasta tres por la promoción de su material, porque después de dos meses pueden sacar otro tema y así no pierden vigencia”, explicó a La Razón Miguel Machaca, ingeniero en sonido y propietario de M A Studios.

Estudios

Acotó que, si bien es fácil implementar un estudio en casa, hay agrupaciones que buscan estudios de grabación con expertos en sonido para que sus grabaciones sean de calidad. “No es lo mismo grabar en un estudio en casa que hacerlo en un estudio con equipos de última tecnología”.

Respecto de los costos, Machaca dijo que sacar una producción musical con ocho o 10 temas tenía un costo de entre $us 2.500 a Bs 3.000. Hoy la oferta es de Bs 100 hasta Bs 3.000 por un tema.

Sin embargo, estas producciones no son plasmadas en CD o pendrive (memoria USB), sino son promocionadas en las plataformas digitales.

¿Cómo sobrevive hoy Discos Cóndor? El gerente propietario de la disquera, Higinio Mamani, contó a este medio de comunicación que, si bien la demanda de músicos que quieren grabar redujo de forma considerable, la marca le permitió reinventarse con la promoción y representación de nuevas y también antiguas agrupaciones que pertenecen a su firma.

“Ellos (los músicos) me buscan y yo me encargo de promocionar a sus grupos y su material en audio y sus videos en las redes sociales. Algunos graban en mi estudio, otros en sus estudios. Creo que he sabido posicionar la marca de Discos Cóndor y eso me ayuda bastante para seguir en vigencia”, relató Mamani.

Artistas y disqueras

¿Y Discolandia? Fue la fidelidad de sus clientes músicos y compradores de sus productos los que permitieron que la empresa discográfica, que este 2024 cumple 66 años años, continúe vigente. ¿Cómo? Al igual que Discos Cóndor, con la actualización de sus equipos de grabación y con otros servicios que implementaron, contó la productora ejecutiva de Discolandia, Nelly Mendizábal.

“Seguimos trabajando con varios grupos que aún graban su material en Discolandia. Otros envían su material ya grabado, pero quieren tener el sello Discolandia; entonces promocionamos a través de nuestras plataformas digitales”, dijo Mendizábal.

Así, Discolandia no se rinde y además de continuar con la venta de vinilos y CD también usa las nuevas armas tecnológicas como la música en pendrive, que comenzó con música nacional.

Las agrupaciones Bonanza y Awatiñas son dos de las decenas de fieles clientes de Discolandia.

“Aún tenemos la suerte de contar con Discolandia que hace la promoción a nivel mundial a través de sus plataformas digitales. Antes los músicos recibíamos el pago por la venta de nuestros discos, hoy somos los músicos que invertimos para seguir en vigencia”, dijo el director y vocalista de Bonanza, Édgar Rojas.

Producción

Alejandro Beltrán, de los Awatiñas, dijo que la agrupación también trabaja con Discolandia desde los 80. Afirmó que, por ser un grupo afamado, no puede descuidar la calidad de su producción.

“Awatiñas no puede descuidar la calidad de sus grabaciones. Nuestro material debe tener una calidad competitiva a nivel internacional, por eso no podemos grabar en casa o de manera improvisada”, señaló el músico.

Mendizábal explicó que Discolandia ofrece desde 2020 los pendrive. Comenzaron la oferta con música folklórica. Así, Discolandia busca alternativas musicales.

Hace casi una década, la empresa presentó un catálogo de sus canciones en la web y cada pieza musical tiene el sello Discolandia en internet. “Digitalizamos nuestras cintas, por lo que fue mucho más fácil llegar a nuestros clientes. También apuntamos a la remasterización del material discográfico para mejorar la calidad.

Hace más de seis décadas que el apellido Dueri está ligado con la industria musical del país. Los esposos Miguel Dueri y Miriam Saba fueron los impulsores de este sueño llamado Discolandia.

En un inicio, la firma importaba discos fonográficos de vinilo de toda marca y artistas de renombre mundial, para posteriormente constituirse en la primera empresa fonográfica y con más tradición en Bolivia.

En 1963 comenzó la fabricación de los discos de vinilo implementando una planta industrial en todas y cada una de las etapas del proceso, para finalmente tener un producto enteramente fabricado en Bolivia.

Historia

Entre las agrupaciones que optaron por el home studio está Norte Potosí. Rubén Porco, director de la agrupación folklórica, señaló que optó por instalar un home studio. Una de las razones fue por la desaparición de la empresa con la que trabajaba, Lauro & Cía, y culpó también a la piratería.

“Nosotros hemos implementado un pequeño estudio de grabación y sacamos producción independiente. Lo hacemos cada dos o tres años, pero hacemos materiales discográficos completos, con ocho o 10 temas”, afirmó el artista. 

En cuatro décadas de trayectoria la agrupación folklórica tiene 17 producciones musicales; siete grabadas en el desaparecido estudio y 10 son de producción independiente.

Sin embargo, en Cochabamba, está Vintage Studios, un espacio de grabación que aún apuesta por el registro analógico del sonido. Es el único en el país que revaloriza el trabajo de la ingeniería de sonido del pasado siglo.

“Nosotros trabajamos aún con el sistema analógico porque la calidad musical es diferente a los que trabajan con software. Así, les damos calidad a la producción de nuestros artistas”, aseguró el propietario de la firma, Kevyn Gutiérrez, de profesión ingeniero en sonido.

La Razón intentó sin suerte contactarse con los administradores de las disqueras Heriba, Lauro & Cía y Santa Fe Récords, sin embargo, se desconoce cuál fue el destino de esas antiguas firmas, luego de su cierre.

Aunque los hábitos cambiaron, el vinilo es buena opción.

Fuente: La Razón

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