Sociedad

Promotoras rurales combaten contra la violencia en sus comunidades

Yachay Chhalaki impulsa la prevención en temas de violencia y, por otro lado, trabaja con emprendimientos de asociaciones en agricultura, piscicultura y otros.

No en todas las historias hay éxito. Pero, el trabajo se hace las veces que sea necesario.

Rebeca (nombre cambiado) fue rescata de un intento de feminicidio; así fue tipificado el caso. Su vida estuvo en riesgo. Le salvaron. Pero, luego, durante el proceso legal, decidió volver con su pareja: la persona acusada del intento de muerte.

Las promotoras comunitarias de la Organización No Gubernamental (ONG) Yachay Chhalaku (del quechua intercambio de saberes) trabajan en la prevención y apoyo ante casos de violencia contra las mujeres.

Yachay Chhalaku trabaja desde 2002, cumplió 22 años el 11 de septiembre. La formación de promotoras comenzó en 2016. La responsable del Trabajo de Prevención de Violencia de Yachay Chhalaku, Gabriela Huaylla, explica que, aunque la Ley 348 Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida libre de Violencia hace referencia a solo mujeres como promotoras comunitarias, la institución también tiene a hombres en su equipo. El área de formación se da, sobre todo, en áreas rurales y periurbanas, donde algunos servicios de atención no llegan.

Las promotoras y promotores en su comunidad son líderes a quienes las personas pueden acudir, cuando se da algún caso de violencia.

Hace dos años, Rebeca, quien entonces estaba embarazada de seis meses, fue víctima de intento de feminicidio en manos de su pareja. 

La joven había estudiado una carrera técnica y una vecina le pidió sus servicios en esa área. Cuando su pareja volvió y no le encontró en su casa, se enfureció. cuando se encontraron, él la amarró con sogas a una cama, la golpeó y le puso un bañador al lado para que lo utilice como baño. Estuvo así un día; su vida corría peligro; pero, fue rescatada. La institución hizo el acompañamiento; entonces, el centro integral aún no contaba con un médico forense, por lo que fue necesario trasladarse desde Sacaba hasta el instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) en Coña Coña y retornar.

Le dieron medidas de protección. Pero, Rebeca prefirió ir a casa de su tía y pocos días después se fue.

El día de la audiencia, apareció con su agresor, y asegurando que lo que pasó “no fue su intención”.

Huaylla recuerda que Rebeca les dijo que no quería que su hijo se quede sin padre.

La organización les pidió que asistan a una terapia de pareja.

“Han asistido a terapia, como familia, tanto el hombre como la mujer. Pero, hicimos el seguimiento hasta el año pasado. Sabíamos que ambos estaban en Chapare; pero, después perdimos el rastro”.

Gabriela lamenta que no siempre tengan historias que terminen bien. Pero, asegura que el trabajo debe continuar.

“Aún es difícil el trabajo, no vamos a eliminar en su totalidad la violencia, pero con nuestro aporte quisiéramos hacer algo”.

“SOBREVIVIENTES”

La directora Ejecutiva de la ONG Yachay Chhalaku, Escarlem Rodríguez, explica que es posible contactar con la institución a través de las redes sociales.

Las personas también pueden acudir al centro integral del cual son parte, zona de la terminal de Sacaba, unas cuadras al norte.

“Cuando una víctima llega, es muy difícil empezar a contar su problema al policía o al abogado. Entonces, lo que hacemos con las promotoras es que ellas son el primer contacto. Esto garantiza calidad de atención; pero, además, empatía, porque muchas de las promotoras comunitarias han sido víctimas de violencia también, y son sobrevivientes”.

Asegura que, en el centro integral, las promotoras reciben a las víctimas de violencia con total empatía y, además, de ser necesario se comunican en idioma quechua.

“En el municipio, somos seis distritos urbanos y seis rurales, y la población principalmente es quechuahablante. Entonces, garantizamos que, de esa forma, haya un primer contacto con calidez, con calidad y con empatía”, describe Rodríguez.

Existe un convenio con el Gobierno Autónomo Municipal de Sacaba (GAMS), desde donde se entregan recursos de apoyo para que las promotoras puedan trasladarse a distintos lugares.

En el centro integral considera el tema de la prevención y, además, cuenta con médico forense, psicólogo y otros profesionales. A eso, se suman las promotoras comunitarias.

AMAS DE CASA

La responsable del Trabajo de Prevención de Violencia de Yachay Chhalaku describe que las promotoras comunitarias son, la mayoría, amas de casa, quienes además de trabajar en su casa, se dan el tiempo para participar en talleres y acciones de prevención.

Asisten, muchas, cargando a sus bebés o acompañadas de sus hijos.

“No tienen un pago, es un ‘yo quiero ayudar a otra mujer, yo quiero ayudar a otra persona’. Es voluntario. Ellas son de las mismas comunidades”.

La comunidad más alejada es Palca, está a dos horas y media del centro poblado de Sacaba.

A algunos promotores, su labor también les permite alimentar una especie de currículum, que luego les abre puertas para determinados trabajos.

Aunque el trabajo se enfocaba en la lucha contra la violencia hacia las mujeres, debido a la necesidad de las personas también derivan casos de adultos mayores, personas con discapacidad o hasta de unidades educativas.

A modo de prevención, existen acciones en las unidades educativas. Las promotoras intervienes durante toda la gestión escolar.

La presidenta de la Red de Promotoras de la Lucha Contra la Violencia, Salomé Cárdenas, es parte del equipo desde 2016, cuando inició la formación. Ella pondera el trabajo y la formación de más promotoras para ayudar a quienes lo necesiten.

Algunos pedidos: “¿Me lo puedes hacer asustar?”

Existen casos de violencia en los que las mujeres no quieren hacer denuncias y piden a las promotoras solo generar un susto a sus parejas.

Promotores en visitas a comunidades rurales de Sacaba./ YACHAY CHHALAKU
Promotores en visitas a comunidades rurales de Sacaba./ YACHAY CHHALAKU

“¿Me lo puedes hacer asustar?”, preguntan algunas veces.

La responsable del Trabajo de Prevención de Violencia de Yachay Chhalaku, Gabriela Huaylla, explica que hay mujeres que no sienten fuerza para denunciar a sus agresores.

“Las promotoras hacen acciones de identificación, les dicen ‘mira, tú estás pasando esto, te acompaño’; y ella dice ‘no, solo te quiero contar’. A veces las puedo hacer se vuelven en confidentes, personas con quienes se quieren desahogar”.

Huaylla describe que a las mujeres se les explica el proceso de la denuncia. Aclara que no se puede “hacer asustar” a otra persona.

“Muchas mujeres se echan para atrás cuando ven a quien quieren o han querido en algún momento detrás de la cárcel o siendo enmanillados”.

AMENAZAS

Las promotoras no tienen un trabajo sencillo. Además de contener y guiar a las víctimas, se convierten también en víctimas de agresiones verbales y amenazas.

Huaylla recuerda que una de ellas, quien intervino ante un hecho de violencia, fue amenazada. Lanzaron piedras a su casa y ella hasta pensó en dejar de ser promotora. Pero, la institución le brindó todo su respaldo y le recordó la importancia de su trabajo.

Un taller en el que participaron promotores comunitarios./  YACHAY CHHALAKU
Un taller en el que participaron promotores comunitarios./ YACHAY CHHALAKU

Otras acciones y emprendimientos sostenibles

La directora Ejecutiva de Yachay Chhalaku, Escarlem Rodríguez, expresa que la institución también se enfoca en emprendimientos. En la actualidad, trabajan con asociaciones de agricultores y piscicultores.

Existen comunidades que trabajan con frutas, además de la unidad educativa de Tutimayu con bachillerato Técnico Humanístico (BTH), cuyo modelo se analiza a nivel de Latinoamérica; se trata de una experiencia económica que involucra la participación de diversos actores.

“Hoy, está comunidad entrega desayuno escolar, y le permite a más o menos 15 familias del municipio tener empleo. Además, estamos hablando de que por lo menos 50 familias, que son productores de tumbo, tienen un mercado asegurado. Para nosotros es una alegría que se pueda generar emprendimientos sostenibles”.

Por otro lado, existe un grupo de 18 mujeres que tiene huertos agroecológicos. Ya tuvieron certificación y comercializando sus productos.

El proyecto para la próxima gestión es el impulso de emprendimientos individuales.

APUNTES

Datos sobre la organización

Aniversario

Yachay Chhalaku celebró el 11 de septiembre 22 años de servicio en la promoción y defensa de los derechos al trabajo digno y a una vida libre de violencia, en las zonas rurales y periurbanas del municipio de Sacaba.

Objetivo 8

El trabajo de la institución está alineado a tres dimensiones de sostenibilidad de la Agenda 2030: empoderamiento; economía social y medioambiental. Desde trabajo tigno, objetivo 8 de la Agenda 2030, promueven el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible orientado a la producción agroecológica.

Objetivo 5

En prevención de violencia, objetivo 5, trabajan en el empoderamiento de mujeres, preferentemente, para eliminar toda forma de violencia en el ámbito público y privado.

Promotoras

La institución dio pie d la formación de 30 promotores comunitarios contra la violencia, que trabajan desde el 2016 para prevenir la violencia en zonas periurbanas y rurales de Sacaba, donde los servicios municipales no llegan. Realizan su trabajo en coordinación con el SLIM del GAM Sacaba.

El alcance

En el punto de atención en el Centro Integral Sacaba, donde atienden a las víctimas, derivan y hacen seguimiento de casos. Lideran procesos de sensibilización, como campañas de prevención e intercambio de experiencias, con lo que llegaron a más de 2 mil personas, entre hombres y mujeres, durante el 2023.

Fuente: Opinión

NotiBolivia

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