Joker:  la estrella de Folie à Deux, Joaquin Phoenix, estaba ‘enfermo todos los días’ por grabar canciones en vivo retorcidas con Lady Gaga, dice el director

Cerca del final de Joker ( 2019) , el torbellino cinematográfico de brutalidad, caos y trauma del director Todd Phillips , el cineasta le ordenó a la estrella Joaquin Phoenix que se parara sobre los restos retorcidos de un accidente automovilístico y se pintara una sonrisa sangrienta en el rostro con la mano mientras Ciudad Gótica ardía a su alrededor. En esos momentos finales que el público compartió con Arthur Fleck, Phillips se dio cuenta de que no podía deshacerse de sus afectos persistentes y difusos por el mismo personaje que, antes en la película, disparó una bala en la cabeza de un presentador de un programa de entrevistas y, de una manera extraña, también le disparó una flecha al corazón a Phillips.

“No sé qué me pasa”, le dice Phillips a Entertainment Weekly entre risas, mientras acepta su anhelo de pasar más tiempo con el complicado, violento y antiprotagonista de Joker , cuya historia él y Phoenix se unieron para expandir en la próxima secuela musical Joker: Folie à Deux (en cines el 4 de octubre).

“Después de la primera película de Joker , Joaquín y yo estábamos muy tristes. Realmente tristes . No queríamos que terminara”, dice Phillips cuando se le pregunta por qué se sintió obligado a hacer una segunda película inspirada en la historia de origen del supervillano de DC Comics (pero que en última instancia se oponía a las tradiciones de la misma). “No solo porque nos gusta trabajar juntos, sino porque no queríamos dejar a Arthur. Amamos a Arthur y nos encariñamos con ese personaje. En pocas palabras, era para pasar más tiempo con Arthur”.

La forma en que Phillips habla sobre el futuro Batman malvado rebosa de gracia paternal, una voluntad de comprender y hacer espacio para la difícil situación del personaje. Muchos espectadores no pudieron ver más allá de los crímenes atroces que cometió en la primera película, en la que Arthur se rebeló contra un sistema social que lo excluyó, provocó inadvertidamente una guerra de clases y asesinó a su propia madre después de aceptar el abuso infantil que asoló su vida adulta.

“Tenía problemas, claro. Pero hay luz, belleza y romance en su interior”, continúa Phillips. “Fue algo de lo que Joaquín y yo hablamos desde el principio; sí, está fuera de sintonía con el mundo. Sin embargo, hay romance y música en su interior”.

Y no, Phillips no lo dice sólo en sentido metafórico.

En Folie à Deux —una película mucho más fantástica y notablemente tierna que la primera— Phillips, Phoenix y la recién llegada a la serie Lady Gaga emprenden un viaje musical con Arthur después de que este encuentra un romance con Lee Quinzel, una paciente del Hospital Estatal de Arkham que, bajo el ala de Arthur, abraza su propio espíritu nefasto mientras evoluciona hasta convertirse en la villana más conocida como Harley Quinn . Aún así, cerca del comienzo de la película, antes de que comience la grandilocuencia, la fachada endurecida de Arthur se derrite cuando se encuentra por primera vez con Lee (Gaga), mientras ella se desmaya al pensar en Arthur volandole los sesos a un hombre.

Sí, el romance puede ser “algo violento” emocionalmente, dice Phillips, pero equiparar el romance con la violencia o la brutalidad no era la tesis de la película. Un terapeuta musical de Arkham habla del principio central de la película al principio, diciéndoles a Lee y Arthur que “la música cura las fracturas internas de nosotros”. Dado que nada más parece calmar a Arthur, Phillips dice que quería explorar métodos no tradicionales para exponer la calidez que vio por primera vez dentro del personaje.

“¿Qué pasa cuando un tipo que escucha música dentro de su cabeza encuentra el amor por primera vez en su vida? Tal vez la música que escucha dentro de su cabeza comienza a salir. ¿Por qué no saldría esa música cuando conoce a alguien que le dedica su tiempo? Su mayor problema en la primera película, además del trauma infantil, era una grave falta de amor”, explica Phillips, haciendo referencia a la musicalidad de Arthur (véase: bailando en las escaleras o entre bastidores en el Murray Franklin Show ) que cobra vida en escenas semi-escabrosas de psicosis sónica. Arthur y Lee cantan de todo, desde una versión gospel de “Gonna Build a Mountain” de Sammy Davis Jr. hasta una interpretación maniáticamente jubilosa y perturbadora de “Get Happy” de Judy Garland, casi todo en la mente de Arthur.

Hay un método detrás de esa locura, tanto para Arthur como para Phillips. El director eligió canciones para que Phoenix y Gaga las cantaran (que la pareja interpretó en vivo en el set) con intención emotiva, y cree que los estándares del pop son lo que la madre de Arthur “tocaba en el departamento” cuando él era un niño.

“No es raro que sepa la letra de algo como ‘Por una vez en mi vida’”, dice Phillips sobre la clásica canción popularizada a través de versiones de Stevie Wonder, The Temptations, el difunto colaborador de Gaga, Tony Bennett , e incluso Frank Sinatra. “No sé si creo que es la primera vez que Frank Sinatra encuentra a alguien que lo necesita. Pero, cuando Arthur la canta, lo es. Tiene un significado diferente y, en cierto modo, es más emocional”.

Phoenix ciertamente sintió esas emociones en el set con Gaga, recuerda Phillips, particularmente mientras filmaba secuencias de canciones y bailes enormemente intimidantes (coreografiadas por Michael Arnold) con decorados elaborados, números de claqué y las voces en vivo antes mencionadas, todo con la presión añadida de la presencia de Gaga, ganadora de un Oscar y 13 premios Grammy, a su lado.

Phillips dice que Gaga le dio consejos a Phoenix “al cien por cien” en el set y que “él estaba enfermo todos los días” de nervios por esas partes de la producción. El director dice que Phoenix tuvo que cantar con Gaga a los nueve días del largo rodaje, pero fue mágico presenciar el lugar al que llegaron el dúo.

“La verdad es que se daban consejos el uno al otro. Él le daba consejos sobre actuación; ella ha estado en películas, pero él es Joaquin Phoenix . Ella le daba consejos sobre música porque es Lady Gaga . Es lo que las películas deberían ser: una colaboración gigante”, dice Phillips, y agrega que las notas de Phoenix a Gaga eran mucho menos obvias y, a veces, se expresaban solo a través de “ser realmente generoso” con su vulnerabilidad en una escena, mientras que “las notas de ella eran un poco más específicas porque es como, no estás dando en el clavo allí. Es diferente. Hay menos espacio para la interpretación”, finaliza.

Sin embargo, Phillips tuvo que adaptarse a la situación y lidiar con la obsesión de los fanáticos por clasificar el género de su último trabajo. ¿Es un musical completo o no? La respuesta no es realmente importante, dado que el mundo de la película es reacio a los finales felices de muchos tipos diferentes, una noción que hace que la naturaleza colorida y tensa de sus secuencias musicales furiosas, conflictivas y a menudo confrontativas sea, en primer lugar, una experiencia inherentemente cautivante.

Pero así es la vida —y el amor— para alguien como Arthur.

“Me criticaron un poco por decir que no es realmente un musical. No lo dije porque me da miedo el término ‘musical’. Me encantan los musicales y la película definitivamente tiene música. Incluso podría ser un musical”, dice Phillips. “Para aclarar, la mayoría de las veces que he visto un musical, salgo sintiéndome mejor que cuando entré. En esta película, no estoy seguro de que sea lo mismo. No quisiera ser engañoso y decir que vas a estar silbando las canciones de esta película de camino a tu auto después de verla”.

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