Choferes y vecinos lidian con el caos y robos por las filas
La escasez de carburantes, al margen de provocar filas de camiones y vehículos pequeños en los surtidores, provocó algunos accidentes tránsito, robos, peleas, discusiones entre conductores y dueños de casa, además de pérdidas económicas.
Algunos conductores relataron a Los Tiempos que permanecen hasta ocho días en las filas para adquirir entre 600 a 700 litros por el racionamiento que existe en la venta de diésel. La falta del carburante obliga a los choferes, incluso, a hacer cola en dos estaciones de servicio.
Los transportistas contaron que no tienen agua ni acceso a un baño, además que son víctimas de malos tratos por parte de algunos dueños de casa.
Asimismo, señalaron que no tienen dinero para alimentarse, sufren robos y por las noches deben hacer guardia por turnos para cuidar sus camiones y la carga que transportan.
“Mi persona está cuatro días en la fila. Los choferes no tenemos un baño para hacer nuestras necesidades ni un lugar para bañarnos y descansar”, contó Marcelo Choque,un chofer que esperaba combustible en la avenida Blanco Galindo.
Mientras, el conductor de un bus, Mauricio Flores, señaló que lleva tres días en una fila que no avanza por inmediaciones del puente Killman. “Ya no tengo dinero para alimentarme, no soy de Cochabamba y debo dormir en el bus”, agregó.
Otro transportista, Lorenzo Calle, sostuvo que aguarda su turno en un vehículo con carga.
“Estoy trasladando mercadería a la ciudad de La Paz y al margen de cuidar mi camión debo cuidar la carga. A algunos de mis compañeros les robaron baterías y llantas de auxilio”, afirmó.
Para evitar ser víctimas de robo, los conductores se organizan en grupos y hacen guardia en la noche.
“Se ha suscitado el robo de lo que nosotros conocemos como motor del ‘truqui’, que es una parte del camión que tiene un costo de hasta 800 dólares; una llanta de auxilio, está costando 400 dólares; las baterías 4.500 bolivianos, y algunos sensores que son fáciles de sustraer tienen un precio de 1.500 bolivianos”, denunció el presidente de la Central del Transporte Pesado de Cochabamba, Juan Quispe.
Además, puntualizó que, en un ampliado nacional en la ciudad de Santa Cruz, se determinó otorgar al Gobierno nacional 10 días para que normalice la distribución de diésel; caso contrario, se asumirán medidas de presión.
Afectación
Algunos dueños de las viviendas cercanas a los surtidores indicaron que las filas por carburantes cierran el paso a sus garajes o les dejan un espacio reducido.
Además, denunciaron que ya no pueden estacionar sus vehículos en sus aceras.
Por su parte, varios propietarios de negocios que se encuentran en las avenidas Villazón, Petrolera, Siglo XX y otras calles protestaron, porque sus ganancias disminuyeron hasta en un 50 por ciento a causa de las filas.
“Al margen del peligro que ocasionan las filas de camiones y de autos, nos perjudican en nuestras ventas, nos quitan visibilidad. Mis ventas bajaron en más del 50 por ciento”, reclamó Florencio, dueño de una ferretería.
Ramiro Corrales, otro vecino, sostuvo que hace tres semanas la fila de camiones afectó la afluencia de clientes en su taller de soldadura que se encuentra en la avenida Villazón.
Controles
Ante los reclamos de los vecinos, la Dirección de Movilidad Urbana de la Alcaldía de Cochabamba movilizó, desde el pasado miércoles, a todo su personal para realizar controles en las filas de los surtidores y así reducir el caos vehicular y evitar accidentes de tránsito.
El director de Movilidad Urbana, Hever Rojas, precisó que 150 guardias municipales ordenan las filas de autos en más de 60 estaciones de servicio.
“Se ha desplegado al personal municipal en las avenidas América, Simón López, Libertador Bolívar, Blanco Galindo, Petrolera, Siglo XX y otras que son denominadas como zonas críticas”, precisó Rojas.
La Dirección Departamental de Tránsito, Transporte y Seguridad Vial recomendó a los conductores evitar hacer dobles filas e indicó que brindan seguridad a las cisternas.
“La Policía en general está apoyando en el control de la distribución de combustibles. Por ejemplo, estamos escoltando a las cisternas hasta los surtidores”, precisó el subdirector de Tránsito, Marcelo Gómez.
Fuente: Los Tiempos
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