Cultura

Obra de teatro conecta a colegiales con adolescentes privados de libertad

La obra expone vivencias de varias de estas personas. Al finalizar la presentación, hubo un diálogo entre pares. Pero, hay quienes tampoco quisieron participar.

“¡Chicos, calienten voces! ¡El público ya está! ¡Vamos atrás (del telón)!”. Una de las profesoras da indicaciones para que los actores estén listos para comenzar. Mientras, los miembros del grupo folclórico, vestidos de negro, están sentados en sillas blancas a un lado del salón, con los brazos extendidos al frente y los ojos cerrados, concentrándose bajo la guía de otra profesora. Otros, terminan de recoger cosas del suelo y también se mueven hacia el escenario. Los encargados de luces y sonido se acomodan cerca de una consola y una laptop.

Son las 10 de la mañana del martes 19 de noviembre. Es un día especial en el centro Cometa de  Cochabamba, institución donde, debido a la comisión de delitos, están adolescentes (mayores de 14 años y menores de 18) privados de libertad.

Hay una presentación de una obra de teatro en la que participan 25 adolescentes, entre hombres y mujeres, de Cometa y, por primera vez, tienen como público a 90 estudiantes del colegio Pablo Cano, también adolescentes.

Antes, el elenco se presentó solo ante autoridades y jueces.

Se trata de una actividad coordinada por Progettomondo y autoridades departamentales y el equipo que trabaja en Cometa.

El coordinador del proyecto Acción Cultural y Protagonismo Juvenil de Progettomondo, Santiago Montecatine, describe que el trabajo con los adolescentes se desarrolla desde julio. Primero, la obra fue presentada por un elenco solo femenino, y fue bien recibido. Entonces, se impulsó el trabajo entre hombres y mujeres. El 18 de octubre, se presentó el elenco mixto ante los jueces.

Eso dio pie a abrir la obra a otros públicos.

El salón, que también se utiliza para actos de promoción y otros, se adecuó y convirtió en un espacio teatral, con telones negros y cortinas rojas. Además, se instaló una gradería, adicional a las sillas, para el público.

Los colegiales, casi todos uniformados con deportivos azules, ocuparon la gradería. Varios reconocieron que antes de ir, aunque les hablaron del lugar, sintieron miedo; otros, sintieron intimidación por los controles en el ingreso.

La directora del Servicio Departamental de Políticas Sociales (Sedepos), Mariela Arze, resaltó la importancia de la actividad que tiene como propósito la sensibilización y la prevención del delito.

“Este centro es para adolescentes menores de 18 años que pueden ser privados de libertad por cometer actos delictivos (…). Gran parte de los adolescentes que llegan acá es por delitos de agresión sexual”, les dijo a los colegiales; aclarando que también existen circunstancias ajenas a los propios adolescentes.

El ingreso de las decenas de estudiantes al centro de privación de libertad se logró previa coordinación con la autoridad judicial y cumpliendo todas las exigencias.

Antes de empezar la actuación, se oían charlas, indicaciones, el sonido de las cuerdas de una guitarra.

Los primeros en presentarse fueron un grupo folclórico y un dúo de rap, quienes presentaron también composiciones propias

LA OBRA

Alcohol, drogas, violencia, delitos, fueron parte de los temas expuestos en escena, en medio de diálogos; pero, también, de forma no explícita a través de coreografías y música.

Hay más de 100 adolescentes con privación de libertad en este centro. Montecatine explicó que cerca del 80% es por temas relacionados a delitos contra la libertad sexual, como violación y abuso.

“Eso muestra carencias hacia el otro género. Igual las chicas (…). Entonces, encontramos que sí se podía facilitar un espacio para chicos y chicas acá dentro, de un modo controlado, evidentemente, utilizando de excusa al arte”.

Decenas se involucraron en la obra, los actores, 25, entre principales y secundarios, ya tenían base, por los talleres que pasan.

Otros, que no gustan de esta actividad, se hicieron cargo de sonido y luces.

Progettomondo trabaja con los adolescentes involucrándoles en cuatro artes. Por tanto, la danza se expuso en un par de escenas de la obra, incluida una de las fuertes, “cuando se comete un delito entre un hombre y una mujer”.

Quienes participan del taller de escritura estuvieron involucrados en la creación de personajes. Los de pintura, diseñaron el bosquejo del escenario y también el atrezo. Además, pintaron cuadros, que permitieron identificar cada escena y lugar.

La coordinadora del proyecto Cambiando de Lente, Silvia Polesello, expresó que la obra dirigida a los estudiantes que fueron el público, fue parte del lanzamiento de la campaña de sensibilización “Jóvenes construyendo entornos seguros”, que se realiza junto a Yachay Chhalaku.

“Queremos sensibilizar sobre la prevención de la violencia y el delito con una obra teatral. El teatro es un espacio donde se puede jugar un poco con las relaciones, la comunicación, las historias de vida. Los chicos, las chicas del programa Cometa le presentan un pedacito de su vida”.

El grupo musical se prepara para subir al escenario./ MELISSA REVOLLO
El grupo musical se prepara para subir al escenario./ MELISSA REVOLLO

DIÁLOGO ENTRE PARES

Al concluir la presentación teatral, se abrió el paso para que los adolescentes, privados de libertad y estudiantes del colegio, intercambien palabras.

Varios de los actores se enfocaron en el valor de la libertad (que ellos no tienen en la actualidad).

Uno de los adolescentes privados de libertad tomó la palabra y, micrófono en mano, se dirigió al público expresando que lo que más le impactó de la obra, en la que fue actor, fue cómo “un amigo puede llevarte por el mal camino”. Recomendó no alejarse de la familia.

“Tú tienes que continuar siempre tus sueños, no te tienes que rendir para nada, y sí lo vas a lograr”.

Uno de los músicos, quien interpretó rap junto a su compañero, reflexionó sobre las historias que hay detrás de cada persona. Enfatizó la importancia de brindar apoyo a quien lo necesita.

“Mucha gente de aquí la sabe, lo sabemos, cometemos errores. Pero errar es de humanos, y de humanos también es aprender a base de esos errores a ser mejores (…). Ayudar a un amigo es un honor”.

Una de las adolescentes también se dirigió a sus pares.

“Nosotros hemos cometido un error, sí, y lo estamos pagando. Pero, nosotros, al salir de aquí, queremos ser personas mejores. No es bonito perder la libertad, no es bonito estar lejos de las personas que tú amas. Es mejor pensar antes de hacer algo, después te arrepientes, ¿no?”.

La Directora del Sedepos ponderó los discursos.

“No es fácil afrontar y reconocer los errores. Ellos han tenido el valor, y ellos quieren lanzar un mensaje a ustedes (…). No esperemos que ustedes lo vivan, no permitan que sufra también su entorno familiar”.

Uno de los adolescentes del público expresó empatía con sus pares privados de libertad. Se refirió a que no será fácil continuar. Pero, también les expuso su confianza en días mejores.

Entre los estudiantes surgieron también interrogantes sobre la situación de estas personas menores de edad que están privadas de libertad.

Uno describió que vivió en un ambiente de violencia y que llegó a consumir drogas.

“Hasta el punto que he llegado acá, y me arrepiento. Ahora, valoro mi libertad, valoro a mi familia y mis sueños. Saliendo, quiero cambiar de vida, hacer caso a mi mamá (…). Hagan caso a sus papás. Un papá es sabio”.

Otra de las actrices dijo que no todas las familias son buenas y que eso no significa que no se puede ser mejor persona.

“Nosotros debemos sobresalir de eso y poder brillar. Les digo que estudien, que valoren a su familia, que valoren su libertad. No cometan errores como los que yo alguna vez he cometido”.

El público escuchó en silencio.

“A ustedes, nadie les puede quitar su libertad. Solo ustedes mismos, vulnerando o cometiendo un delito. Pero, no lo hagan, chicos, su familia se preocuparía (…). Yo soy un estudiante, como ustedes, tengo 17 años y voy a salir bachiller este año”.

Las emociones del público, entre autoridades e invitados especiales, se expusieron al punto de las lágrimas. Varios expresaron haberse identificado con escenas expuestas en la obra.

La responsable de los programas de Progettomondo en América Latina y El Caribe, María Luisa Milani, manifestó que la actividad tiene varios sentidos. Uno, la posibilidad de llevar la vida “de afuera a dentro de una cárcel”, para que los jóvenes se sientan integrados en la comunidad. Dos, para los adolescentes que por primera vez conocen este lugar, es una manera de que conozcan otra realidad, como una forma de prevención.

“Pienso que este diálogo es fructífero para ambos”.

Los aplausos del público fueron efusivos.

Y, como ‘el show debe continuar’, siguiendo todos los aspectos legales, está previsto que el elenco salga del centro de privación de libertad para hacer presentaciones frente a otros públicos, en próximos días.

Parte del elenco teatral en escena./ MELISSA REVOLLO
Parte del elenco teatral en escena./ MELISSA REVOLLO

Pablo recibe apoyo: “Yo no quiero participar”

“Yo no quiero participar (en la obra). La voz de mi compañera me recuerda a mi víctima”.

Pablo (nombre cambiado) tiene 17 años y está privado de libertad en el centro Cometa.

El coordinador del proyecto Acción Cultural y Protagonismo Juvenil de Progettomondo, Santiago Montecatine, describe que, al organizar al elenco, identificaron que Pablo necesita el apoyo del equipo multidisciplinario del centro.

“Llegó a rechazar pertenecer a la obra, dijo que la voz de una de las chicas le recuerda a la que ha sido su víctima. Entonces no quiso participar”.

Entonces, recurrieron al equipo multidisciplinario, que incluye profesionales de Psicología y Trabajo Social, para que puedan atenderle.

Al margen de casos como el de Pablo. Los profesionales trabajan con el elenco de teatro antes y después de la puesta en escena.

“Por ejemplo, uno de los chicos que actúa, recientemente se ha enterado de una serie de problemas familiares. También hay algunos que tienen familiares que fallecieron recientemente, que eran a lo mejor los que más les apoyaban, que les visitaban. Eso afecta en el día a día, y en el arte se nota”, dice Montecatibe, refiriéndose a aspectos como las composiciones musicales y otras formas de expresión.

Estudiantes de la unidad educativa Pablo Cano en el público./ MELISSA REVOLLO

Fuente: Opinión

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