Seguridad

Periodistas sufrieron tortura e intento de linchamiento por siete horas

“Estuvimos siete horas como rehenes. Tenían armas largas, que usaron para disparar contra nuestras cámaras y los vehículos que nos transportaron”, indicó. Silvia Gómez, reportera de la red televisiva Unitel

 

Siete periodistas fueron secuestrados al mediodía del jueves 28 de octubre, y liberados en la noche, junto a policías y trabajadores de una propiedad agrícola, durante un conflicto entre productores y avasalladores de tierras en Guarayos, provincia ubicada a 200 kilómetros de la ciudad capital Santa Cruz de la Sierra, considerada el motor económico de Bolivia.

Los periodistas fueron transportados hasta el lugar por la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo) que pusieron a disposición vehículos para que los medios de prensa puedan realizar la cobertura informativa en el lugar donde un día antes un grupo delincuencial que portaba armas de fuego invadió la propiedad Las Londras, causando heridas de bala a cuatro trabajadores y se apropió de combustible.

“Lamentamos que esta acción violenta protagonizada por grupos irregulares se produzca un día después que organizaciones sindicales reunidas en torno a un Pacto de Unidad, emitieran un comunicado que condena el trabajo de los periodistas y medios de comunicación durante las elecciones de 2019 y 2020”, expresó un pronunciamiento, emitido con rótulo de urgente, por la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) que representa a los principales medios impresos de Bolivia.

Testimonios
Róger Ticona, camarógrafo de la red televisiva PAT, pudo escapar y Anapo le facilitó una avioneta para retornar a la ciudad de Santa Cruz, donde llegó cerca de las 15 horas del jueves. En su testimonio, relató que los enviados de los medios de prensa se encontraban a unos 800 metros del punto de conflicto, aguardando las negociaciones de la Policía Boliviana con un representante de los avasalladores, cuando fueron emboscados por personas encapuchadas y armadas.

“Nos bajaron de los microbuses. Yo estaba en el último vehículo y cuando vi lo que pasaba, salí corriendo al monte junto al conductor de la camioneta en la que me transportaba”, indicó. Silvia Gómez, reportera de la red televisiva Unitel, no tuvo tanta suerte. “Estuvimos siete horas como rehenes. Tenían armas largas, que usaron para disparar contra nuestras cámaras y los vehículos que nos transportaron”.

Intento de linchamiento

“Nos golpearon con palos y recibimos patadas. Luego nos llevaron a un galpón, donde había cerca de 80 encapuchados, que nos siguieron golpeando, amenazaron con quemarnos con gasolina, nos preguntaban quién nos mandó y cuánto nos pagaron”, relató Gómez.

“A un colega le dieron (golpes) con la culata de la escopeta y lo golpearon como entre 20 personas. A pesar de que se identificaban como periodistas no querían soltarlos y en un momento decidieron llevarlos a otro lugar. Entonces temieron lo peor”, según describió al diario El Día digital. Dijo que fueron retenidos cerca a las 11 de la mañana y que, tras la mediación de un jefe policial de la zona de Guarayos, fueron liberados cerca a las 6 de la tarde.

“Nos dejaron ir cuando caía la noche y nos gritaban que no volviéramos, porque la próxima no la íbamos a contar”. El jefe policial de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen en Santa Cruz de la Sierra, Edson Claure, confirmó que el informe que le remitieron desde Guarayos da cuenta que en la zona opera un grupo delincuencial armado con armas largas. “Estamos enviando más efectivos, para recuperar el control.

Tres heridos son atendidos en la ciudad de Montero y el cuarto en la población de Hardemann”, dijo. En la noche llegaron a la capital cruceña los periodistas Jorge Gutiérrez del periódico El Deber, Silvia Gómez y Sergio Martínez de Unitel, Mauricio Egüez y Nicolás García del canal Red Uno, y Percy Suarez de la red televisiva ATB. Entretanto, el presidente de Anapo, Fidel Flores, pidió al Gobierno nacional del presidente Luis Arce, que actúe de inmediato para recuperar al resto de los secuestrados, que estimó en medio centenar, y poner fin a la toma de propiedades privadas que producen alimentos para la población.

El vicepresidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente, Freddy García, lamentó que la toma de tierras sea una constante y que pese a las constantes denuncias, dijo, el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) no toma cartas en el asunto. “Es una espiral, porque los avasalladores no son sancionados. Esto afecta la seguridad alimentaria de Bolivia”, indicó.

“Discursos hostiles hacia periodistas y medios alientan y dan lugar a la actuación de grupos violentos con absoluta impunidad y por ello exige al gobierno interceder por la vida de ciudadanos que realizan actividades productivas, personas que cumplen la función de la seguridad pública y periodistas”, señaló la ANP.

Fuente: ANF

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