Sociedad

Alcalde de Jesús de Machaca invierte su sueldo en alimentos para su pueblo.

El alcalde del municipio de Jesús de Machaca, Fidel Ramírez, invierte la totalidad de su sueldo en la compra de alimentos para su pueblo. A esa actividad solidaria se sumaron los concejales y funcionarios quienes también renunciaron a su salario.

“Como alcalde y los concejales hemos decidido no gozar de nuestro salario, mientras que los funcionarios públicos pusieron un porcentaje de sus salarios para comprar alimentos en favor de las familias que viven en la extrema pobreza”, informó la primera autoridad del municipio de Jesús de Machaca, quien inició la campaña solidaria en la Chijcha.

“Estamos entregando un quintal de arroz, una bolsa de fideo, una arroba de azúcar y un bidón de aceite”, detalló la autoridad.

Entre los beneficiados están ancianos y ancianas, familias con varios hijos pequeños que no alcanzaron a cobrar sus bonos por diferentes razones, la falta de documentación, la distancia del campo a la ciudad, pues ellos generar dinero de la venta de sus alimentos, los cuales dejaron de ser comercializados en la ciudad, desde la cuarentena por la presencia del coronavirus.

Los alimentos típicos del lugar como los cereales el trigo la cebada y otros no faltan, sin embargo, ellos ya no cuentan con alimentos como arroz, fideo, azúcar, aceite, los cuales solo lo conseguían en una de sus visitas esporádicas por la ciudad, pero la población del municipio Jesús de Machaca se encuentra anulada en sus pequeñas actividades comerciales desde el inicio del encierro total, hace más de un mes.

BENEFICIADOS

Al respecto, uno de los beneficiarios, un anciano, con las plantas de los pies destrozados por el trabajo pesado al igual que las manos, recibió con una inmensa alegría; el cual se reflejaba en una mirada llena de luz, y los brazos que se extendían de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba, como una forma de dar las gracias, a la autoridad.

“Gracias por la ayuda, nosotros estamos así nomas, sin cobrar nuestros bonos, porque ya no podemos ir a la ciudad, ¡que Dios los vea!”, decía el anciano.

Una vez más, las autoridades de diferentes municipios de La Paz, que no gozan del mismo salario que las autoridades de la ciudad o a nivel nacional, le dan a la sociedad otra lección de vida, al donar lo poco o mucho que tienen a la gente más necesitada de su comunidad.

Son ancianos que día tras día, salen a realizar el arado de su tierra con sus propias manos o con la ayuda de algún animal, en su mayoría los hijos han migrado a la ciudad y en el peor de los casos a países vecinos.

De esa forma perdieron cualquier tipo de contacto; al menos ellos cuentan con una extensión de terreno para sembrar su alimento, mientras poco o nada se sabe de la suerte que corrieron sus hijos.

Fuente: El Alteño

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