Despliegan policías en las estaciones de servicio para evitar el desorden y peleas

En respuesta a la creciente tensión y a los amagues de enfrentamientos reportados en varias estaciones de servicio de Tarija, Bolivia, las autoridades han decidido implementar un despliegue policial significativo para garantizar la seguridad y el orden en el proceso de abastecimiento de combustible. La situación se ha vuelto crítica debido a la alta demanda de gasolina y diésel, lo que ha llevado a largas filas de vehículos y personas que intentan llenar sus tanques y bidones.
El subcomandante departamental de la Policía, Cnl. Sergio Pascual, comunicó que, siguiendo las instrucciones del ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, se han movilizado efectivos policiales tanto en la ciudad de Tarija como en las provincias circundantes. El objetivo principal de esta medida es asegurar que el proceso de carguío de combustible se realice de manera tranquila y ordenada, evitando así cualquier tipo de desorden o confrontación entre los ciudadanos.
“Estamos aquí para garantizar la normalidad y tranquilidad a la hora de realizar el carguío, ya que existe una gran cantidad de vehículos y personas con bidones que están queriendo adquirir combustible”, afirmó Pascual. Este despliegue policial no solo busca prevenir peleas, sino también asegurar que todos los ciudadanos tengan acceso al combustible de manera equitativa y sin incidentes.
A pesar de que los amagues de enfrentamientos no han escalado a situaciones más graves, la presencia policial es considerada esencial para disuadir cualquier posible agresión. Las autoridades son conscientes de que la situación puede volverse tensa, especialmente en momentos de escasez de combustible, y están preparadas para intervenir si es necesario.
La crisis de combustible en Tarija refleja un problema más amplio que afecta a diversas regiones del país, donde la demanda supera la oferta y las tensiones sociales aumentan. La intervención policial es una medida preventiva que busca no solo mantener el orden, sino también proteger a los ciudadanos y garantizar que el acceso a los recursos básicos no se convierta en un motivo de conflicto.
En este contexto, es fundamental que las autoridades continúen monitoreando la situación y busquen soluciones a largo plazo que aborden las causas subyacentes de la escasez de combustible, así como la necesidad de una gestión más eficiente de los recursos. La colaboración entre la Policía, las autoridades locales y la comunidad será clave para superar esta crisis y evitar que se repitan situaciones de desorden en el futuro.
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